La periodista en situaciones límite.

Ayer estuve en una conferencia de Carmen Sarmiento, la primera periodista mujer corresponsal de guerra en España. Su currículum es impresionante, y su currículum de anécdotas, yo creo que daría para escribir, miles de libros. Comenzó su conferencia con una frase, que me gustó mucho, "detrás de mi puerta, está el mundo", y es que después de haber recorrido más de 70 países, un pedazo de cada país se debe quedar en la casa de una. Y terminó la conferencia, con otra, que me gustó aun más: NO A LA GUERRA.

Entre el principio y el final, la conferencia dio para mucho, y sería imposible resumirla aquí. Comenzó citando a los 10 periodistas españoles corresponsales de guerra muertos desde 1980, y citó en las guerras en las que había estado: Libano, El Salvador, golpes de estado en Argentina, Ghana, Portugal, etc.

Nos puso cuatro vídeos, de cuatro documentales realizados por ella, muy impactantes:

1. Nicaragua. Aquí sufrió una emboscada por parte de la contra, en la que se salvó porque iba en el último coche.
2. Con los saharauis.
3. Las mujeres jirafa.
4. Las mujeres de Ayacucho, Perú. Habían cogido a sus esposos, hermanos, hijos, y estaban desaparecidos.

Todos mostraban las injusticias por las que estaban pasando esos países en ese momento, y todos han servido para contribuir, aunque solo sea un poco, para conocer y mejorar esa realidad. Pero el tercer reportaje, sin duda, el más impactante para mi, según reconoció Carmen Sarmiento, no ha servido de nada, y se sigue haciendo con estas mujeres exactamente lo mismo.

Las mujeres Jirafa:

Para hacer este reportaje, Carmen Sarmiento tuvo que negociar con el Ejercito Karem la posibilidad de hacer un documental sobre las mujeres de la etnia Padaung de Birmania, conocidas como "mujeres jirafa" por su alargamiento de cuello. Según ella contó, es de las pocas veces que ha pagado por conseguir información.

Las niñas desde los cinco años, les van poniendo un aro de latón, así año a año, hasta que el cuello les alcanza unos 25 cm, unas tres o cuatro veces mayor que un cuello normal. Los aros que llevan puestos llegan a pesar hasta 9 kg. Según lo que contó Carmen, estos aros les garantizan a los hombres la fidelidad de la mujer. Ya que si detectan que han sido infieles, les quitan los aros y el cuello se les cae, al haber perdido todos los músculos de esa zona, e imagino que no se puede vivir con el cuello colgando. Increíble esto. Hay otras explicaciones que dan ellos, de tipo mitológico, bastante difíciles de creer, como la de que estos aros los llevan para proteger a las mujeres de los tigres, ¿y a los hombres?.

Esto sigue ocurriendo, y además es un reclamo turístico, con el que recaudan mucho dinero en Birmania y también en Tailandia, ya que está muy cerca y ofrecen rutas turísticas a los poblados donde viven estas mujeres.

Video de las mujeres jirafas encontrado en Youtube.