miércoles, 12 de marzo de 2008

Triste Aniversario

Ayer hizo cuatro años del atentado del 11-M en Madrid. Me acordé todo el día. Se hicieron recordatorios en la capital, pero sin discursos, no vaya a ser que se malinterpreten, o piensen que se saca rédito electoral, este es nuestro país, y esta es la derecha moderna y democrática de nuestro país.

Quería recordar a Pilar Manjón, todo lo que ha tenido que sufrir esta mujer, todo lo que ha tenido que aguantar, soportar, oir, un sin fin de cosas. Ayer le hicieron una entrevista, y le preguntaban, cómo había cambiado su vida en estos 4 años, ella respondió:

"Absolutamente, ya no queda nada de la madre feliz que tenía dos hijos estudiando en la universidad. Pero a veces los golpes que te da la vida son tan duros que acaban sacando lo mejor del ser humano".

Quería recordar lo que dijo en la comisión del 11-M, porque creo que es un testimonio que debería estar en los manuales de educación. Solo algunos párrafos de su intervención:

"192 fallecidos, 1.500 heridos. Una simple cifra para muchos de ustedes. Todo un mundo para todos y cada uno de nosotros. Espero que entiendan lo que significa levantarse cada día con una pérdida vital. Acostarse cada día con una pérdida vital, el esfuerzo enorme que conlleva aceptar lo inexplicable. Necesitamos el aliento de ellos, de los afectados, para caminar y estar en la puerta de este Congreso, o aquí ante ustedes."

"Sólo nos consuela pensar que, tomados uno a uno, ninguno de ellos sería capaz de aguantar ni cinco segundos la mirada de una madre y volver a repetirle: "Meteos a vuestros muertos por el culo". Nada justifica una actitud como esa. El odio y el deseo de venganza es un germen podrido que infecta nuestra sociedad, y tenemos el deber y la obligación de construir algo mejor y más digno para todos."

"Para ustedes todo es política, y para ustedes todo significa partidismo pero, afortunadamente, fuera de esta casa aún queda mucho aire fresco y mucha luz bajo el cielo. Escuchen con el corazón lo más limpio que puedan, al margen de sus respectivos partidos, como hombres y mujeres de a pie que aún son capaces de escuchar un discurso que sale del corazón, de la reflexión, de la discusión colectiva, de la autoridad ética de nuestra posición como supervivientes del horror. Si algo nos aporta ese dolor, es la máxima lucidez para sentir. Nosotros, Señorías, sí podemos decir que no llevamos gafas de ningún color."

"Señorías, ustedes tendrán hijos, esposas, maridos, hermanos, etc., pónganse de este lado, piensen por un momento que les despiden por la mañana temprano y nueve meses después aún siguen esperando su regreso. La pérdida de un ser querido en estas circunstancias es lo más parecido que hay a la propia muerte."

"Mientras se decidía el futuro político de España, nosotros nos planteábamos el presente entre la vida y la muerte, sintiéndonos culpables por comer, por dormir, por respirar, por ver, por sentir, par vivir y por ser humanos. La barbarie se instaló entre nosotros sumiéndonos en el frío y largo invierno en que se convirtieron nuestras vidas, del que, lograremos salir para vivir con la cabeza alta, y ellos siempre entre nosotros."

"Los que tuvimos la suerte de poder contar lo vivido, sufrimos el peso de la culpa por haber sido nosotros, y no ellos, los que hoy no podemos borrarnos aquel día de la retina. El goteo incesante de imágenes que salpica cualquier periódico o programación nos regresa una y otra vez al inicio del camino de la superación, pero parece que eso a ustedes, periodistas, no les importa. Nosotros, desde nuestra autoridad moral, les señalamos, les imploramos, les pedimos, les exigimos que dejen de vendernos como espectáculo."

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