martes, 26 de febrero de 2008

El debate


Ayer fue el esperado, o esperadísimo debate, después de 15 años, todo un espectáculo. Ser imparcial es muy difícil, cada uno tiene sus preferencias, aunque si que se puede valorar la objetividad en modales y en educación, y en ese aspecto, hubo un claro ganador.

Lo oí por la radio, así que algo se pierde, si las caras son el espejo del alma, me perdí, las almas del debate, aunque las voces y el tono también dicen mucho.

Me quedo con una frase, llena de humildad y de sencillez:

"No puedo prometer que todas las personas tengan éxito en su vida, pero si me comprometo a trabajar para que todos tengan las mismas oportunidades. Y para que quienes no lo alcancen, tengan siempre el amparo de nuestro país".

No sabemos que pasará con la niña si se queda sin trabajo o si se pone muy enferma, o si no tiene dinero para pagarse una Universidad Privada. Tampoco sabemos su raza, su religión, ni su orientación sexual. Quizás estaba pensando en la niña pija rubia con ojos azules de pelo rizado, monísima y papis con dinero.

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